lunes, enero 23, 2012

Ese extraño virus contagioso: La música!

Familiares, amigos, conocidos, queridos...
Hoy, no escribo para nadie. Hoy, no escribo para aquellos que leen, y, ni si quiera, para los que escuchan.
Hoy, me dirijo a todos esos timpanillos y caracoles que nos dan la posibilidad de disfrutar cada día de este indescriptible placer, tan difícil de explicar, pero que se resume en una sola palabra: la MÚSICA.
Por supuesto, que no me olvido del martillo ni del yunque. Tampoco del estribo, ni de Eustaquio. Porque solo vosotros podéis olvidar vuestros complejos y, a pesar de tener nombres tan ridiculillos, lográis ser capaces de regalarnos una función tan grande como es la de saber codificar algo que es cosa de dioses, en sonidos y sensaciones.
Agradezco a esos dioses y a las musas, que lograron cambiar el arpa por guitarras eléctricas, bajos y percusión. Es, en realidad, a su producción la que en verdad veneran la inmensa mayoría de las religiones, pero, que a menudo olvidan. ¿Qué otro ser o cosa, sino, es capaz en este universo de responder a la descripción de omnipotencia, omnipresencia y de existencia eterna y necesaria?

En fin... no me hagáis mucho caso, es este extraño virus, que me hace delirar... ¿Queréis un poco?

- Ración 'Ochentera':

The Smiths - How Soon is Now?

Supertramp - Breakfast in America
The Smiths - What a difference Does it Make?

The Pretenders - Don't get me worng
The Pretenders - My City Was Gone
The Bangles - Walk Like An Egyptian
The Pogues - Dirty Old Town (Versión de la original de Ewan macColl escrita en 1949)








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