sábado, diciembre 28, 2013

Sobre la Ley del Aborto.

Hay que saber de dónde venimos para conocer hacia dónde caminamos...

Durante la dictadura, cuando una mujer contraía matrimonio, la mayoría de sus derechos desaparecían y eran asumidos por el marido, a quien tenía que pedir permiso para la mayoría de cosas.
No podía tener una cuenta bancaria sin el permiso de su marido y en las tarjetas de crédito ponía el nombre y primer apellido de la mujer y, a continuación, "de.. (nombre del marido)", sugiriendo pues que la mujer estaba a cargo suyo. Por ende, no podían tomar ninguna decisión económica sin el consentimiento de él.
Sólo podían trabajar las mujeres solteras o viudas y, si se casaban, debían firmar su despido voluntario un mes antes del enlace matrimonial, según lo dictaba la Ley de Reglamentaciones Laborales de 1942, aunque dos años después, se acordó que para que pudieran trabajar, debían contar con la autorización del marido siendo además los sueldos más bajos para ellas. En 1944 se hace obligatorio el EXAMEN DEL HOGAR para las mujeres que quisiesen obtener un título universitario.
Por oposición de la iglesia, con el evidente apoyo de la dictadura, la ley del divorcio no existe hasta 1981, es decir, como aquel que dice... Hasta hace nada y menos.
En cuanto al adulterio, si era la mujer la que ponía los cuernos, simplemente con que se tuviera indicio o sospecha de su marido, ya podía ser culpada por él y juzgada ante un juez, ya que el adulterio, para la mujer, era un delito contemplado en el código penal, mientras que para el hombre no (aunque bueno, si que se contemplaba el caso de delito si éste, además de poner los cuernos, los había puesto mediante violación).
Por otro lado, el artículo 416 del Código Penal, castigaba con arresto mayor o multa a todos aquellos que indicaran, vendiera, anunciaran, suministraran o divulgaran, cualquier medio o procedimiento capaz de facilitar el aborto o evitar la procreación.

El caso es, que debajo de estas medidas, no está la voluntad de un par de chiflados que deciden las cosas según se levantan (aunque lo parezca). Estas son las medidas de un método totalitario que decide y actúa para perpetuar las bases de un sistema económico y social que a ellos les interesa perpetuar y mantener. Sustentado por las grandes fortunas y riquezas que ven a la iglesia, como el mejor de sus aliados para conseguir a través de la patraña política, que no son más que títeres que bailan al son de cheques en blanco que, vendidos, luchan en pro de los beneficios y las cuotas de poder del sector privado.
Así que, para los que aun no son conscientes de que no vivimos en estado democrático, si no en un show de Trouman en donde los poderes simplemente están para bailarle el agua a los magnates, este asunto no sólo se trata de que sea "decisión de nuestro coño", de que sea un ataque a la igualdad de la mujer. Podemos salir a la calle en tetas, con nuestros cuerpos al desnudo, rellenando portadas de los periódicos de mayor envergadura de propaganda burguesa, asegurándoles así, campañas virales y ventas gratuitas por la cara. Podremos reivindicar esta ofensa que se está haciendo a la igualdad (que está claro que lo es), pero la mayor ofensa a nuestra igualdad, empieza por el principio de la cuestión, la base de todas esas medidas, y es ahí donde está nuestra lucha.