jueves, junio 25, 2009

Noche de San Juan

Me encanta la noche de San Juan.

Es una noche mágica, llena de motivos para divertirte, para pasarlo bien. Pero también es una noche rara. Una noche en la que puede pasar de todo. Algunos dicen que está llena de energias mágicas, y que es en la noche donde los deseos se pueden hacer realidad, donde existen miles de conjuros, cada uno para una cosa diferente pero que todos van encaminados a conseguir la suerte de la persona que los realiza.

Realmente, en estas noches siempre me han ocurrido cosas raras, cosas distintas de las que suelen ocurrir en otras noches de moraga cualquiera. No se.. Yo no suelo creer demasiado en estas historias, pero puede ser que en el fondo tenga algo que ver.

Ayer fue una noche rara, no fue lo que realmente hubiera deseado, pero quitando ciertas circunstancias, puedo decir que disfruté con la gente a la que ahora mismo realmente aprecio.

No creo en la suerte, ni creo en la casualidad. Las cosas ocurren como tienen que ocurrir, y creo que nosotros somos culpables de lo que nos va sucediendo. Pero en cierto modo, debo admitir que este momento en el que vivo parece solo fruto de la casualidad. Este año está siendo bastante raro, he conocido profundamente a demasiadas personas con las que me he sentido muy agusto, pero luego han acabado decepcionándome. Poco a poco, he ido descartando a esas personas en mi vida, y sin tener nada que ver unas con otras, al final creo que estoy encontrando de nuevo un camino y un poder compartir con alguien mis formas de pensar y mis gustos sobre muchas cosas.

La vida nunca es lo que parece, si algo estoy aprendiendo de sobra en este tiempo es esto. Los prejuicios no sirven para nada más que para ponerte travas en todo.
Siempre he mirado mil veces los pasos a dar antes de darlos, procurando no pisar ni molestar a nadie, y permitiendo por supuesto que todos los demás me pisaran sin importarme. Ahora me he propuesto disfrutar el momento, sin mirar demasiado hacia delante, pero procurando no tropezarme. Quiero disfrutar con aquella gente que también quiera disfrutar, que se dejen de tonterias y de sandeces que solo llevan a privar la libertad de uno mismo.

Pero bueno, empecé hablando de la noche de San Juan, y creo que todas estas reflexiones son fruto de esa especialidad que tiene una noche como esta. Son días en los que mi cabeza se pone a pensar en cosas raras, pero si no fuera por estos momentos, ahora mismo no tendría nada de lo que escribir, ni de lo que desaogarme. Asique prefiero que sigan existiendo, porque además, gracias de ellos aprendemos bastante.

Todo esto no deja de apartar a segundo plano el gran dolor de cabeza que tengo de la resaca. Me pregunto cuanta gente hoy estará en la misma situación que yo. No tengo ningun medidor a mano que pueda saberlo, pero imagino que mucha.

Un día más sigo pensando en positivo. Si la noche de ayer no fue de las mejores, seguro que habrá otra más en la que puedas disfrutar.



Porque la vida no tiene dos días, sino todos los que quieras...

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