Haz callar a los presos de la ignorancia. A aquellos que llenan sus vacías cabezas de rumores, cotilleos y mentiras, producto del aburrimiento. Aquellos que no ven mundo más allá de sus narices. Aquellos dueños de la ley de la muchedumbre. La ley de muchos, sometida a la voluntad de lo que todo el mundo entiende como bueno y normal, y rechazando todo aquello que sobresale de ese círculo.
No sois libres, sois borregos de la sociedad, atados a lo que "el otro dice que dijo".
Valores como la verdad, la tolerancia, el trabajo, la independencia y la humildad, están demasiado lejos para vosotros. No tengo más obligación que tener respeto hacia vosotros, respeto... ¿Sabeis qué significa?
No obstante, seguiré callada, observando como meteis la pata una y otra vez. Sufriendo vuestra falta de entendimiento y riendome de vuestra brutal simplicidad.
Me quedaré callada, pero en mi interior, una voz seguirá gritando libertad...
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