viernes, octubre 17, 2008

Historia de un viaje PARTE II...

SÁBADO 1-04-06

Que sueño...Estoy metida en la cama y cuando he abierto los ojos estaba destapada: ¡QUÉ FRIO PASÉ! (creo que soy medio masoca) Cuando miro el reloj, veo que son las 9 de la mañana. Me hubiera gustado seguir durmiendo, ya que anoche pisé la cama a las 3 o 4 de la mañana.. ya no lo recuerdo bien, pero el sonido intenso de los ronquidos de mi compañera me lo impedía.
A esto, se le sumaba un lejano murmullo de gente que procedía del pasillo de los camarotes. Creo que eran extranjeros.

Cuando derrepente, intentando hacer memoria de un sueño que había tenido, suena por un altavoz que aun no se muy bien donde se esconde, una voz bastante familiar. Era una voz italiana dando indicaciones sobre el tiempo exterior y el lugar por donde iba el barco. Intentando esforzarme por entender lo que oía, derrepente me di cuenta, que esa voz pertenecía al botones tan guapo que me habia indicado ayer cómo llegar hasta mi haabitación. Además, recordé que el sueño que había tenido era con él.....

La dulce visión que tenía imaginandome de nuevo el sueño, se vió interrumpida por el caótico desorden de la habitación. Y esque el mero hecho de intentar levantarme, significaba tener que pisar alguna toalla, o alguna de las maletas que se hallaban con la ropa desperdigada hacia afuera.

Finalmente, me atreví a levantarme, haciendo uso de acrobacias para intentar salir sin pegarme un cabezazo contra la litera de arriba, ni tropezarme con lo que habia en el suelo. Cuando derrepente, miré hacia la litera de arriba, y vi que estaba mi amiga acostada con un tío. No quería ni imaginarme lo que habría pasado ahí encima, mientras yo dormía justo abajo... Pero tenía pinta de no haber sido nada bueno.

Milagrosamente, consigo ducharme en la microducha y arreglarme para salir a dar una vuelta por el barco.
Cuando salgo, la sensación de mareo era constante, ya que hacía un poco de oleaje y el barco se movia de forma que era un poco difícil andar recto.

Intentando buscar la salida hacia los ascensores, los cuales llevaban hacia distintos puntos de ocio del barco, me vuelvo a cruzar con mi "botones preferido", esta vez, hubo un interambio de miradas seguido de un "Buenos dias, señorita. ¿Andas perdida de nuevo?"
Este chico hablaba español!! Con cierto titubeo y mezclando palabras italianas, pero así podíamos entendernos mejor.
Yo le dije que tenía algo de hambre, y buscaba algún sitio para desayunar.
"¿Y una señorita como tú, va a desayunar sola?"
...Sin duda, este italiano iba directo al grano, evidentemente, yo no quería desayunar sola, y entonces él me acompañó, poniendome como escusa que estaba en un rato libre.

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